Las bombillas de bajo consumo suponen un ahorro de hasta el 80% de energía en comparación con las bombillas incandescentes. Consumen poca energía porque la convierten en luz pero no en calor. Las bombillas de bajo consumo de 22 vatios equivalen a 100 vatios de las bombillas incandescentes. El ahorro que suponen en las facturas de la electricidad es realmente notorio.
La vida útil de este tipo de bombillas es mucho más larga que la de una bombilla convencional: duran hasta diez veces más.
Durante la vida de una bombilla de bajo consumo se puede reducir más de media tonelada de dióxido de carbono que arrojamos a la atmósfera con lo que también reducimos los residuos contaminantes que generamos constantemente.
Actualmente está prohibido en España la fabricación de bombillas incandescentes, con lo que cada vez sera más difícil comprarlas. Sólo podremos adquirir las de bajo consumo, aunque son más caras.
Las bombillas de bajo consumo son ideales para zonas donde las luces están encendidas muchas horas.
USA SIEMPRE BOMBILLAS DE BAJO CONSUMO.
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